La humedad de ascenso capilar es un problema que se presenta en los muros que están en contacto con el terreno. Las plantas bajas, semisótanos y sótanos de los edificios cuyas paredes no han sido aisladas o impermeabilizadas eficientemente sufren comúnmente de esta patología.
Los signos visibles de la presencia de la humedad por ascenso capilar son el abombamiento de la pintura y el desmoronamiento del revoque. Al observar con detenimiento, se puede distinguir la presencia de sales blancas en los puntos más deteriorados. El desagradable olor a humedad en las estancias e incluso en el interior del mobiliario suele ser habitual, pudiendo aparecer moho negro en las zonas más húmedas. Debido a la falta de impermeabilización, se produce el fenómeno de ascenso capilar donde la humedad del terreno se filtra por los materiales porosos de los muros y asciende a través de ellos.
La razón por la que el agua se eleva por los muros está vinculado a un fenómeno físico. Las moléculas de agua tienen la capacidad de mantenerse unidas entre sí gracias a la llamada "Fuerza de adhesión", que también permite que se adhieran a otros materiales. Si se observa una gota de agua en una ventana, ésta se mantendrá inmóvil hasta que otra se le una y por el peso termine deslizándose. Al contemplar un vaso de agua a contraluz, el agua en contacto con las paredes del vaso se eleva más allá de su nivel formando una curvatura cóncava.
Cada pared, dependiendo del material y de la técnica de construcción utilizada, absorbe la humedad de manera diferente. La impermeabilización de los revestimientos contribuye a la subida de la humedad, impidiendo la transpirabilidad de los materiales.
La humedad por capilaridad es un movimiento constante y continuo de moléculas de agua que ascienden desde el terreno hacia la parte superior de los muros a diferentes alturas. Al saturar las zonas más elevadas de los revestimientos, la humedad superficial comienza a evaporarse dispersándose en el ambiente y formando bandas de sal en las zonas superiores.
La continua evaporación hacia el interior de las estancias da lugar a diversos problemas. Al aumentar la humedad ambiental se favorece la formación de diversos microrganismos como mohos, hongos y ácaros en prendas de vestir, cortinas, mantas y detrás de mobiliario.
En el momento en el que la humedad es elevada, puede aparecer moho negro en la parte inferior de las paredes. Como consecuencia, la comodidad de la vivienda se ve reducida ya que una pared húmeda pierde su capacidad de aislamiento, causando importantes dispersiones térmicas que aumentan los gastos de calefacción.
El moho en las paredes produce un proceso más serio y grave. Las esporas que forman el moho son muy ligeras, se dispersan por el aire y cuando se inhalan pueden causar daños importantes en nuestra salud como continuados resfriados, alergias, asma, sinusitis u otros síntomas respiratorios.
Por último, está presente el problema estético. La pintura dañada, el deterioro de revestimientos, los enlucidos, y las eflorescencias salinas vuelven a manifestarse debido a que el flujo de humedad ascendente por las paredes nunca se detiene. El sistema de secado BIODRY detiene el flujo de humedad ascendente permitiendo secar las paredes y logrando que puedan ser restauradas definitivamente.
Poco conocido, pero factor concluyente para amplificar el aumento del ascenso capilar, es la carga eléctrica existente en las paredes que influye directamente sobre la molécula de agua. Midiendo el Potencial Eléctrico en una pared afectada por el problema de la humedad de ascenso capilar, se confirma que está cargada como una batería.
Esta alteración eléctrica existente en la pared, se manifiesta en una diferencia en el potencial eléctrico, que puede aproximadamente variar desde 50/60mV a 400/600 mV. La carga eléctrica es mayor en la parte baja del muro y va disminuyendo en las zonas superiores hasta obtener un valor nulo.
Este fenómeno eléctrico es originado de forma natural por diversos factores geológicos como los campos magnéticos terrestres y las corrientes subterráneas.