Nuevas actuaciones en la Puerta del Puente de Córdoba
PARTE I
Entre los gobiernos de los emperadores romanos Tiberio y Claudio se erigió una puerta de acceso a la ciudad cuya importancia radicaba en la cercanía al río Guadalquivir y al puente romano, por donde pasaba la Vía Augusta. En época islámica se intensificó su relevancia debido a la protección que brindaba a la Mezquita y al Alcázar andalusí. Sin embargo, de aquella puerta romana apenas se tienen datos aunque parece ser que estaba coronada por una escultura de la diosa Venus, diosa del Amor, considerada en aquel entonces protectora de la ciudad.
A finales del siglo XVI, durante la etapa cristiana, por el estado en el que se encontraba tras tantos siglos, la Puerta del Puente sufrió una restructuración casi completa para engrandecer y embellecer la ciudad por la visita del Rey Felipe II a Córdoba. Las obras dotaron al monumento del aspecto que presenta hoy en día. Siendo en la actualidad una de las tres únicas puertas históricas que se conservan de Córdoba. La construcción de estilo renacentista destaca en su decoración un relieve con dos guerreros que muestran el escudo de la Corona de Castilla. Justo debajo hay una lápida de piedra en la que aparece una inscripción que reza así: "Reinando la Sacra Católica Majestad Don Felipe, nuestro señor, segundo de este nombre".
En el año 1912, reinando Alfonso XIII, la zona en la que se ubicaba la puerta del Puente fue despojada de sus murallas y en 1950 se rebajó el nivel del terreno circundante hasta recuperar la rasante original. Desde 1931, la puerta, conjuntamente con el puente romano y la torre de la Calahorra está declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento.
En el año 2005, la Puerta del Puente fue sometida a una profunda restauración integral. Se renovó el monumento por fuera con la intención de devolverle su esplendor, y por dentro se habilitó como centro expositivo permanente de grabados, postales y dibujos sobre la historia del monumento. En su parte superior se instaló un magnífico mirador, que proporciona bellísimas imágenes de la mezquita y su entorno. Las obras terminaron en marzo de 2007, sin embargo, no todas las actuaciones acometidas proporcionaron los resultados perseguidos.
Los responsables del plan de restauración han tratado de resolver los problemas surgidos en la primera restauración iniciada en 2005 y que no se llevó de forma adecuada ni con las mejores técnicas. Y es que el problema de verdad que hay para la Puerta del Puente es la humedad del subsuelo que llega a su interior por capilaridad desde la base y que afecta enormemente a la piedra de tipo calcarenita tan abundante en el patrimonio cordobés. Eso, combinado con los contrastes de temperaturas que generan vapor de agua en el interior de la piedra, tiene efectos devastadores. La respiración de 2005 se llevó a cabo con una técnica 'clásica' de reposición, a base de morteros sujetos con varillas de acero inoxidable y una malla de plásticos, que ha dado malos resultados y no ha eliminado el problema inicial de raíz.
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