Hay un futuro mejor para el patrimonio histórico
Entre los edificios que forman parte del patrimonio histórico-artístico de Oglianico, en la provincia de Turín (Italia), la Capilla del Espíritu Santo y San Evasio ocupa un lugar prominente en virtud de su insistencia en el antiguo refugio medieval y por encima de todo por sus frescos en el interior del ábside.
Historia
Los primeros registros históricos de la capilla se encuentran en las visitas pastorales a la diócesis de Ivrea curada por Ilo Vignono que muestra las actas de las visitas del obispo en las parroquias de la diócesis en los años 1329 a 1346 (Oglianico en ese momento pertenecía a la diócesis de Ivrea y no a la de Turín como lo es hoy).
Los frescos del ábside
Los frescos en el ábside se remontan a la primera mitad del siglo XV, cuando la capilla había pasado a la cofradía del Santo Espíritu. De acuerdo con un modelo iconográfico tradicional, que ya se había extendido ampliamente en el período del arte románico.
Patología: Consecuencias de la humedad por ascenso capilar
Las paredes, mezcladas con piedra y ladrillos que conforman la cuenca absidal hemisférica, presentan frescos de gran valor patrimonial. Anteriormente, existió una excesiva cantidad de sales debido a años de transmisión desde el terreno a los materiales de construcción a través del ascenso de la humedad por capilaridad.
Las sales ascienden disueltas en la humedad y una vez el agua evapora por las superficies del muro, la sal se deposita y cristaliza en la mampostería generando tensiones debidas al aumento de su volumen. En obras de restauración previas, debido al gran aporte de agua de amasado presente en los morteros, la humedad penetraba en la pared llevando las sales cristalizadas del interior a la superficie de la misma.
El cristal de sal, debido a sus propiedades higroscópicas, forma una solución acuosa (agua + sales) que en las fases de secado posteriores del nuevo estuco se mueven desde el interior del muro hacia la superficie. En la superficie de la pared tiene lugar la evaporación del agua de amasado (secado del enlucido) y cristalizan las sales contenidas en la mezcla. En el proceso de cristalización, las sales aumentan de volumen (¡hasta 120 veces su volumen!) y esto provoca que la coloración del fresco y el enlucido se deterioren. Si las sales presentes en las paredes están en alta concentración, pueden crear problemas tanto estéticos como en el proceso de secado debido a su alta higroscopicidad (retienen humedad al realizar uniones intermoleculares débiles con el agua).
En las superficies interiores había porciones de fresco salinizado con desconchados y fisuras, siendo un deterioro que a largo plazo se iba a ver incrementado exponencialmente (aceleramiento en el tiempo). Además, las sales presentes en grandes cantidades en el estuco viejo, si no se eliminaban, podrían crear problemas de eflorescencia, desprendimiento de material y abombamientos en la nueva pintura con los consiguientes problemas de conservación artística.
La simple limpieza del estuco viejo mecánicamente, con un pincel, espátula o compresa, NO es suficiente para eliminar las sales presentes ya que eliminará solo las sales superficiales omitiendo las internas presentes en la pared que volverán a aflorar y deteriorar el acabado. Es necesaria una intervención en la patología principal: la humedad por ascenso capilar. Este tipo de humedad es la que transporta continuadamente las sales propias del terreno afectando directamente los materiales de construcción. Si se interrumpe el flujo de agua, las sales dejarán de moverse y acumularse en el interior de los muros volviéndose inactivas.
Solución
Dar una solución efectiva y definitiva a un problema tan delicado y protegido como era el caso de esta capilla hubiera sido impensable sin el desarrollo e investigación de la ciencia. Se procedió a la instalación de la tecnología Suiza líder en resultados de secado de construcciones en Europa y resto del mundo: Biodry- Advance Wall Technology.
Así pues, se instaló en 2013 un dispositivo Biodry con un radio de acción que cubriría toda la superficie de la capilla.
Los muestreos fueron realizados siguiendo las directrices de la normativa europea UNI 11085:2003.
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Resultado
Deshidratación integral en la totalidad de la construcción, alcanzando unos valores residuales inmejorables por ningún otro sistema del mercado. La capilla no tuvo que cerrar ni un solo día, por lo que las visitas de turistas pudieron seguir sin interrupción mientras se iba procediendo el secado completo del edificio.
¡Biodry deseca los muros respetando los frescos!